Historia


Cereales con fibra

La historia del cereal de desayuno tiene su origen en el XIX, gracias al despiste casual de W.K. Kellogg de dejarse olvidados los copos de maíz en el horno.

La industria del cereal de desayuno se comenzó a desarrollar en el siglo XIX en Estados Unidos por motivos principalmente nutricionales. A mediados de siglo, se inició una corriente defensora de la dieta vegetariana y las costumbres saludables. Uno de sus miembros fue el artífice del establecimiento de la popularidad del vegetarianismo a finales del siglo XIX y principios del XX: John Harvey Kellogg.

Preocupado por los problemas digestivos de sus pacientes y por los hábitos alimentarios poco variados de un grupo de vegetarianos de su comunidad, John H. Kellogg, administrador del sanatorio de Battle Creek (Michigan), y su hermano William K. Kellogg, empezaron a investigar sobre nuevas fórmulas de alimentación. Durante sus experimentos, olvidaron en una ocasión el maíz hervido dentro del horno, y lo tostaron de nuevo, obteniendo como resultado unos copos ligeros y crujientes que gustaron mucho a sus pacientes. Kellogg promulgaba un régimen al que denominó “biológico”, basado en una dieta vegetariana, con abstinencia de alcohol, café, azúcar y especias fuertes, haciendo hincapié en el ejercicio físico, la hidroterapia, el aire fresco, baños de sol, buenas posturas y buena salud mental.

En 1898 se abre la primera fábrica de copos de maíz y en 1906, William K. Kellogg funda “The Battle Creek Toasted Cornflakes Company”, que fue conocida más adelante como “Kellogg Company”. Los cereales de desayuno se hicieron pronto muy populares y desplazaron a otros productos con alto contenido graso que se consumían en la época. Apenas diez años después de su aparición, ya existían más de 40 compañías que elaboraban productos similares.

Desde su origen hasta la actualidad:

El proceso de elaboración de cereales de desayuno ha mejorado a lo largo de la historia. Se han incorporado procesos tecnológicos que han permitido aumentar la producción según la demanda y necesidades de la población, pero siempre respetando las características naturales y nutricionales de las materias primas empleadas y conservando los ideales de su fundador: promover los principios de una buena salud y proporcionar alimentos nutritivos.

En España, la producción de cereales de desayuno comenzó en el año 1978 con la llegada de la compañía Kellogg´s, durante los años 80 llegaron las restantes marcas europeas, y a día de hoy ya forman parte de la dieta habitual de los españoles.